Vaya proposito me he marcado…contar mis peripecias en la cocina…
Después de re leer mi antiguo post me he dao’ cuenta que es un poco vergonzoso…pero bueno, qué le voy a hacer!!.
 
Voy a comenzar a narrar mi siguiente «experiencia cup cake»…
 
Ahora si tocaban los buenos, (digo buenos, los comestibles más bien!!!)
Según mi comité de calidad, estaban muy ricos pero yo tenía mis dudas con
respecto a la presentación, no quedaron como me gustaría!!, pero como ya os he contado soy muy perfeccionista…
 
Ahí va…
 
Después de sacar las magdalenas del horno y probar con la subida de la
temperatura, obtuve unos pre- cup cakes  un poco tostaditos por fuera pero no quemados y bien cocidos por dentro, asi que me dispuse a ponerlos bonitos después de dejarlos enfriar…
 
Para la cobertura decidí hacer un frosting de queso de burgos…
 
Frosting = cobertura
 
 Manos a la obra, batí la mantequilla, el queso y el azucar glass, sí, sí más
azúcar glass..así que muele que te muele…
 
Una vez tuve el mejunje, llamado frosting, lo introduje en la manga pastelera…
con las ganas que tenía de usar la manga y hacer cosas bonitas…(bueno intentar hacer cosas bonitas!!); pues resultó que el frosting no debía tener la consistencia idonea pues no se mantenía ninguna forma…mardita sea la consistencia!!!!!!!
 
Por lo tanto ahí me veis con la manga pastelera (bastante mala, las boquillas
eran de plástico, no digo más… XD) un fiasco vamos…la única solución fué cubrirlos y espolvorear virutitas de colores…pero tuvieron una gran aceptación!!
 
Así quedaron…
 
 
 Puntuación final: 6/10, eso creo yo!!!
Próximo capitulo: Operación Valladolid- Ikea